Los arquitectos, al igual que pintores y escultores, piensan y describen el espacio de modo diferente al resto de las personas. Así concluye un nuevo estudio de la University College London (UCL, Londres) y la Universidad de Bangor (Gales). Si bien la conclusión puede parecer un tanto obvia a simple vista, el estudio evidencia que la carrera escogida por una persona puede impactar la forma en que su cerebro opera.
El estudio titulado "Escultores, arquitectos y pintores conciben de manera diferente los espacios representados" (Sculptors, Architects, and Painters Conceive of Depicted Spaces Differently) invitó a 16 personas de estas tres profesiones con al menos 8 años de experiencia en sus disciplinas, para ser comparadas con otros 16 participantes.
A cada persona se le mostró tres imágenes: una fotografía de Londres extraída de Google Street View, una pintura de la Basílica de San Pedro y un paisaje surrealista creado digitalmente. Tras ver las imágenes, a los 32 participantes se les pidió responder las siguientes preguntas:
- ¿Podrías describir el entorno que ves en esta imagen?
- ¿Cómo explorarías el espacio de esta imagen?, ¿adónde irías?
- Si tuvieras la posibilidad, ¿cómo cambiarías el ambiente de esta imagen?
Las respuestas fueron analizadas usando una técnica llamada "Análisis del discurso cognitivo" (Cognitive Discourse Analysis), desarrollada por la coautora del estudio, Thora Tenbrink, que busca mapear el proceso del subconsciente asociado a las elecciones lingüísticas del hablante. Tenbrink expone:
Al examinar sistemáticamente el lenguaje, encontramos algunos patrones consistentes que resultaron ser bastante reveladores
Se descubrió que los arquitectos describían los umbrales y límites del espacio percibido, hablando de las imágenes como si fueran realidades tridimensionales habitables en vez de composiciones en dos dimensiones. Adicionalmente, los pintores se refirieron a los elementos en la parte posterior de las imágenes como "aquello de atrás", mientras los arquitectos preferían usar el término más dinámico de "fin", como si el espacio pudiera ser visto a lo largo de un camino visual (tal como tú dirías "al final del camino" en vez de "detrás del camino"). Asimismo, los arquitectos ocuparon más tiempo discutiendo sobre la materialidad de los espacios representados.
Los resultados del estudio pueden ayudar a determinar la forma en que la profesión afecta la cognición espacial y cómo reconocer estas diferencias puede mejorar la comunicación entre arquitectos y clientes. "En su trabajo diario, artistas y arquitectos tienen un mayor conciencia de su entorno, lo que parece tener una profunda influencia en la forma en que ellos conciben el espacio", dice la primera autora del estudio, Claudia Cialone, quien ahora trabaja en el Centro de Excelencia ARC para las Dinámicas del Lenguaje de la Universidad Nacional Australiana (ANU, por si sigla en inglés).
"Esperamos que nuestra investigación conduzca a nuevos estudios sobre la cognición espacial de otros profesionales, lo que podría ayudar a diseñar nuevas formas de entender, representar y comunicar el espacio para nosotros mismos", agregó.
Puedes leer en profundidad el estudio en este enlace. Vía Science Daily.
